Infancias trans

“No existe nada patológico ni peligroso en las diversas orientaciones sexo-afectivas ni en las identidades de género no hegemónicas. Lo que ‘enferma’ y muchas veces mata, es la discriminación y marginación social, la expulsión familiar y la exclusión institucional”. Diego Gómez, miembro de la Asociación Civil Infancias Libres, habló con Revista Alta Trama sobre el acompañamiento que realizan a niñxs trans y a sus familiares, sus principales luchas, problemáticas y deseos para que sus “alitas no crezcan más rotas” (Susy Shock).

Dibujo: Luana, primera niña trans del mundo en obtener DNI.

En mayo del 2012 fue sancionada y promulgada la Ley 26.743 de Identidad de Género. Seis años después siguen existiendo reticencias a su aplicación y el colectivo trans continúa discriminado y estigmatizado. Pero estas problemáticas no solo afectan a personas adultas, ya que también existen niñxs trans que necesitan ser visibilizarlxs para que se respeten sus derechos.

En Junio de 2017 nació en Buenos Aires la Asociación Civil Infancias Libres, que busca promover la igualdad de los derechos de niñxs y adolescentes trans, la no discriminación por identidad de género u orientación sexual, la inserción en la sociedad, la comunidad educativa y el sistema de salud para una mejor calidad de vida.

Este espacio fue impulsado por Gabriela Mansilla, mamá de Luana, la primera niña trans del mundo en obtener en el año 2013 un DNI que reconoce su identidad autopercibida sin haber pasado por una instancia judicial. Gabriela también es autora de los libros: Yo nena, yo princesa (2014) y Mariposas Libres (2018).

La mamá de Luana fue contactada por otras mamás a través de facebook luego de leer su libro o escucharla en alguna charla o reportaje radial o televisivo. Fue por esto que decidió junto a familiares y activistas armar la asociación y para ello convocó a distintos profesionales, entre ellxs a Diego Gómez, licenciado en Psicología.

¿Cuáles son las actividades que realizan?

Realizamos jornadas en las cuales personas del equipo trabajan, por un lado, con madres , padres y otrxs familiares de niñes trans, y  por el otro con les niñes, y ahora también con adolescentes. Todo esto en simultáneo, pero en espacios separados. Luego se hace una merienda compartida y alguna actividad colectiva. El trabajo con familiares se basa en asesorar, contener, orientar y acompañar durante todo el proceso previo y posterior a la transición de sus hijes. Se realizan entrevistas, talleres para la reflexión, la formación y el “re-aprendizaje” mediante el trabajo en grupos de contención y pertenencia.

Las temáticas van variando de acuerdo a las necesidades del grupo y del relevamiento que realiza el equipo. Con les adultes, el punto principal es la aceptación, el acompañamiento, la tramitación de todas las dificultades sociales e institucionales, ya sean los conflictos con algunas personas de su familia, o en el jardín, escuela, colegio, etc.

Con les niñes se trabajan muchas cosas, empezando por la auto-aceptación, la auto-valoración, su auto-estima. Y con les adolescentes temas en torno a la sexualidad, los cambios del cuerpo, los conflictos típicos de la edad y los específicos del colectivo trans, entre otros.

La idea es construir un espacio donde realizar talleres supervisados por el equipo de profesionales de la asociación para que niñas, niños y adolescentes trans puedan aprender a re-conocerse, respetarse, a crear, divertirse, aprehender, colaborar y a ser parte de un grupo de pares.

Por otro lado, hay un trabajo orientado hacia la comunidad que es: visibilizar, sensibilizar, informar y capacitar sobre las infancias y adolescencias trans a través de charlas, talleres, eventos artísticos-culturales, etc. También para intervenir ante instituciones que no respeten sus derechos, y apoyar iniciativas que se vinculen con el acceso o ampliación de sus derechos para mejorar su calidad de vida.

En estos momentos, ¿están realizando alguna campaña?

Siempre vamos detrás de emergentes que aparecen, aunque nuestro tiempo y energía giran en torno a las necesidades de les niñes y adolescentes, incluidas sus familias, que forman parte de la asociación. También hacemos divulgación y difusión constante. Tratamos de estar y apoyar toda iniciativa, acción o manifestación vinculada con el colectivo trans, como por ejemplo el juicio por el asesinato de la activista travesti Diana Sacayán.

A su vez, asesoramos y acompañamos a algunas familias en  tramitaciones de DNI´s, e intervenimos en algunas instituciones educativas para esclarecer y orientar a docentes y directivxs. Si bien en este momento no estamos llevando adelante una campaña específica, estamos todo el tiempo informando, divulgando y visibilizando que los genitales no definen nuestra identidad, y que lo que tiene que cambiar es la sensibilidad y la representación social sobre la condición trans.

En 2016, antes de que se conforme la asociación, se hizo una fuerte campaña por “Infancias Trans sin violencia ni discriminación”, en la cual cientos de personas enviaron fotos suyas con un cartel expresándose contra la violencia y a favor del respeto y la equidad, muchas de ellas con el libro “Yo nena, yo princesa” en sus manos. Campaña que terminó con una jornada y muestra fotográfica, donde también hubo charlas y paneles con numerosas personalidades y activistas.

¿Acompañan a muchxs niñxs trans y sus familias? ¿Cuáles son las principales problemáticas a las que se enfrentan?

A muchxs, sí, y son cada vez más las familias que nos contactan, tanto de la Provincia de Buenos Aires como de otras. Las principales problemáticas son de orden “intra-familiar”, de no saber cómo afrontar el hecho de que su hije les planteé que se siente de otro género, o el rechazo y/o negación de algún o algunos integrantes de la familia –con todo lo que esto conlleva-. Por otro lado, de lidiar con el prejuicio, condena-amenaza, y/o agresión del barrio o de la comunidad: educadores, médicos y demás profesionales, instituciones públicos y/o privadas, etc. Y en medio de todo esto, y a cada paso, todo lo que les va pasando a les niñes como manifestaciones psicofísicas, conductuales, estrés, desesperación, desorientación y angustia.

¿Desde la sanción de la Ley de identidad de género han visto un avance en la igualdad de derechos de las personas trans? ¿Qué ocurre con lxs niñxs y adolescentes en particular?

Los avances jurídicos muchas veces no son reflejo de un cambio social, sino de la lucha ferviente y sostenida de parte de los colectivos discriminados. Creemos que este es un ejemplo de ello. Si bien hay algunos avances relativos en algunos sectores específicos, la discriminación sigue existiendo y la condición de persona LGBTIQ+ puede considerarse un “factor de riesgo” en la mayor parte del país. Esta realidad es mucho más cruda y terrible aún en algunas provincias con idiosincrasias más “conservadoras”. Legalmente, en teoría, hay mayores derechos reconocidos, pero son literalmente violados cuando una persona se reconoce LGBTIQ+. Mucho de lo que veíamos y escuchábamos hace 15 años respecto de la homosexualidad, lo registramos hoy con las personas transgénero, en especial cuando se trata de niñes o adolescentes, despertando reacciones de “¡uhhh, pobrecitos!” en el mejor de los casos, o directamente se la ve como una maldición, una desgracia, un castigo o una enfermedad.

De todas formas hemos avanzado un poco como sociedad…

Por suerte vemos que cada vez hay mayor apertura por parte de las familias, pese a las obvias resistencias que podemos esperar al estar atravesadxs todxs por una cultura patriarcal, falocéntrica y heteronormativa. Este hecho ya le cambia y le salva la vida, y el psiquismo, a cientos de niñxs y adolescentes que en otras épocas, e incluso aún hoy pero con esperanzadoras excepciones, eran y son expulsadxs de sus familias y de todas las instituciones hacia la marginalidad, siendo la prostitución la única forma de subsistencia. Actualmente vemos una generación de jóvenes y niñxs trans que deberán abrir otras brechas, profundizar otros avances, pero que cuentan con más recursos, apoyos y herramientas que las generaciones de personas trans que les precedieron.

El caso de Luana marcó un antecedente, desde entonces ¿han visto avances en el derecho a la identidad de lxs niñxs tans?

Luana y Gabriela fueron un punto de inflexión, es la primera vez que la temática de la infancia trans ingresa al terreno público desde los medios de comunicación. El libro Yo nena, yo princesa, provoca un antes y un después en quienes lo leen, y en muchos casos ese impacto genera una red que llega más lejos. Gabriela es una militante incansable, inclaudicable, que le está abriendo la cabeza y el corazón a miles de personas: estudiantes, madres, padres, docentes, profesionales de la salud, funcionarixs, políticxs, militantes de otras temáticas, entre otros.

Pero esto no exime a ninguna criatura trans ni a sus familiares de atravesar situaciones angustiosas. Tener un DNI con su nombre y su foto no impide que sufran burlas y acoso por parte de sus compañeritxs; o de que alguna persona de su familia no le llame por su nombre o no le trate según su género; o de que no vea ningún dibujito, personaje, superhéroe, juguete con el que pueda identificarse; o de sentirse el/ la “bicho raro” entre el resto. Hay tantas situaciones, y desde ahí que la lucha ahora es para que las leyes se cumplan, y para eso hace falta visibilizar, sensibilizar y capacitar a lxs funcionarixs, docentes y profesionales sobre la existencia y las particularidades de las infancias y adolescencias trans. Es toda la sociedad la que debe problematizar la “heteronorma” que hace que se vea toda diversidad como una desviación, una enfermedad.

¿Cuál creen que es el rol del Estado en esta cuestión?

El Estado siempre juega un papel contradictorio: por un lado reconoce y legisla sobre ciertos derechos, y por otro lado se encarga de violarlos, desobedecerlos, desconocerlos, incumplirlos. Pero esto va más allá de la temática LGBTIQ+, pasó y pasa lo mismo con el racismo y con el machismo, pese a los acuerdos, tratados internacionales y leyes sancionadas.

¿Y el de la escuela?

Sobre las escuelas vemos que en muchos casos hay buena voluntad, pero carecen de herramientas y de capacitación. Si es que se trabaja la temática de la “Educación Sexual Integral”, porque si bien es un derecho de todxs lxs niñxs, muchas veces depende de quienes estén en la Dirección de cada establecimiento educativo, vemos que se centra en las infecciones de transmisión sexual y en la prevención de embarazos no deseados. Lo LGB apenas se menciona, y lo TIQ+ aparece como un continente desconocido del que poco se sabe. Falta mucho por hacer.

¿Y el de los medios de comunicación?

Y de los medios de comunicación un poco lo mismo. Hay honrosas excepciones, algunos espacios al aire que son alentadores, pero en general sigue imperando el machismo heteronormativo que burla y denigra todo lo que sea “diferente”. El feminismo y todo el movimiento de mujeres ha logrado poner en cuestión muchas violencias invisibilizadas y naturalizadas. Ahora por lo menos, algunxs se cuidan un poco antes de decir cualquier cosa que les venga a la mente.

¿Qué les parece importante transmitir a la sociedad sobre las infancias trans?

No existe nada patológico ni peligroso en las diversas orientaciones sexo-afectivas ni en las identidades de género no hegemónicas. Lo que “enferma”, genera malestar, sufrimiento y muchas veces mata, es la discriminación y marginación social, la expulsión familiar, la exclusión institucional.

Es decir, la quita y la negación de derechos humanos elementales, como la libertad de ser, vivir y expresar libremente la identidad y sexualidad, el acceso a la educación, a la salud, al trabajo, a la vivienda, que se ven limitados por la persecución, el bullying, la homo/lesbo/trans-fobia, y la violencia en todas sus formas, tanto en la vida privada como pública, siendo los travesticidios, los transfemicidios y demás crímenes de odio los corolarios del horror.

Esperamos que todxs se interesen en esta problemática. El promedio de vida de las personas trans sigue siendo de entre 30 y 40 años, algo inaceptable. El patriarcado heteronormativo mata, es hora de decir ¡basta! Esperamos que se sumen a la lucha por la infancia y adolescencia trans.

Quienes tengan facebook pueden buscarnos en nuestras fanpage : Asociación Infancias Libres y Yo nena, yo princesa; o en el grupo Yo nena, yo princesa. También pueden contactarnos a infanciaslibres2017@gmail.com.