Las adolescencias en red

Adolescente escuchando música.

“Los jóvenes Nini”, tituló en 2010 un diario nacional para referirse a “los jóvenes de hoy en día”, que -según su tesis- ni estudian ni trabajan. Esa mirada se actualiza con el avance de internet: Lxs adolescentes no participan socialmente, o lo hacen de un modo subvalorado: a través de las redes sociales. ¿Cuánto valor asignamos a la experiencia subjetiva de lxs adolescentes en el momento en que están siendo adolescentes? ¿Qué implica el acto de subestimar el compromiso social de un adolescente por elegir la manifestación virtual de sus ideas? Ante el mito de la improductividad joven, te invitamos a dejar tu comentario hacia el final de esta nota, allí encontrarás preguntas disparadoras; tu opinión, como joven, es valiosa para la (re)construcción de lo común, te leemos.

*Por Josefina Mazzoleni, Licenciada en Comunicación Social (UNLP).
*Ilustración de Penélope Chauvié para Alta Trama.

Los mitos sobre la adolescencia abundan. Desde adicciones, prejuicios y subestimación hasta posiciones defensoras de esta franja etaria son parte activa de las discusiones públicas acerca de los y las adolescentes. En esta reflexión acerca de la apropiación de redes sociales y tecnologías, pensamos en las manifestaciones adolescentes de cara al contexto y al peso significativo de las expectativas adultas.

Lo que resulta llamativo es esa capacidad de lxs adultxs de olvidar que fueron adolescentes o enaltecer su modo de ser adolescente. El “yo a tu edad…”, repetitivo y agobiante, es una forma muy común de sermonear utilizando la carta de la experiencia. ¿Cuánto valor le asignamos las personas a la experiencia subjetiva de lxs adolescentes en el momento en que están siendo adolescentes? ¿En qué se basa ese reclamo disfrazado de consejo que no es más que una invitación a la repetición de patrones y conductas?

Luciano Luterau, Dr. en Psicología y docente, dedica gran parte de su trabajo al estudio de las adolescencias enfatizando sobre el rol de lxs adultxs en esta etapa. Uno de los puntos interesantes de su trabajo que rompe con el mito de la improductividad manifestando que lxs adolescentes hacen mucho para comprenderse a sí mismos y en la búsqueda de la autenticidad. 

Otra cuestión interesante de su análisis es el énfasis en la participación de lxs adolescentes a través de redes sociales. La militancia de causas sociales como la de la legalización del aborto, la emergencia climática, el etiquetado frontal entre otros, dan cuenta de los alcances de su compromiso y de las nuevas formas de vinculación en red. Hay militancia, interacción, apropiación. Hay consumo de películas, música, información. Hay producción constante, hay retroalimentación. Por eso nos preguntamos: ¿Qué tiene que ver esto con no hacer nada?

Claro está que los consumos culturales de lxs jóvenes no son los mismos que los de las generaciones pasadas y que el acceso a los mismos varía de acuerdo a las condiciones económicas. La última Encuesta Nacional de Consumos Culturales elaborada por el SINCA (Sistema de Información Cultural de la Argentina – 2017) puso en evidencia que lxs jóvenes con mayor poder adquisitivo y nivel socioeconómico participan y asisten a eventos culturales en mayor medida que aquellos/as cuya situación socioeconómica presenta mayor vulnerabilidad.

Cuando hablamos de adolescencias, debemos necesariamente, pensar en las condiciones materiales en que viven y se desarrollan. La virtualidad, entre otras cosas, ha posibilitado un  terreno de creatividad y de acceso a bienes culturales. Reflexionar sobre las adolescencias exige pensar en políticas públicas que fomenten la recolección de datos, cuestionen lo establecido, y sobre todo, acompañen su desarrollo.

En la línea del uso de redes sociales y tecnología, es interesante recuperar el estudio publicado en la revista científica Clinical Psychological Science realizado por la Universidad de Oxford, que indica que no hay una relación directa entre los problemas de salud mental en adolescentes y el uso de Internet.  Según el estudio, lo más probable es que los trastornos sean previos y los adolescentes recurran a Internet entre otras alternativas disponibles.

Quienes estuvieron a cargo del estudio, aclaran que es necesario generar colaboraciones más transparentes y sólidas entre científicos y empresas tecnológicas para continuar buscando respuestas. Los datos existen dentro de la industria tecnológica, los científicos solo necesitan poder acceder a ellos para la investigación.

Por su parte, Facebook, que ahora es Meta, continúa su camino de redención a través de la publicación de informes para aportar una imagen transparente sobre sus plataformas. Para contrastar un informe negativo presentado por The Wall Street Journal sobre el impacto negativo de Instagram en adolescentes, Meta publicó un informe cuya última actualización data de septiembre de 2021, donde asegura que dedican grandes esfuerzos (e inversiones) de investigación para “reducir lo malo en nuestras plataformas y amplificar lo bueno”.

Según este informe, en 11 de los 12 áreas indicadas por el Journal, como desórdenes alimenticios, soledad, ansiedad y tristeza, las adolescentes que reportaron estos problemas eran más proclives a decir que Instagram volvió las cosas mejores que peores. La única excepción fue la imagen corporal. 

Sí, necesitamos más información, más datos, más escucha activa. Aún se vislumbra cierto vacío en relación al accionar de las plataformas de cara a las conductas adolescentes. Pero también necesitamos fortalecer la mirada que tenemos sobre el hacer de lxs jóvenes para aprender y para acompañar. La mirada adulta implica atención pero también empatía y comprensión.

Por eso, en estos tiempos revueltos, mientras acompañamos, estudiamos y reconocemos la participación adolescente, el acto de subestimar el compromiso social de un adolescente por elegir la manifestación virtual de sus ideas es no comprender las condiciones sociales ni las nuevas subjetividades que hacen (y construyen) el mundo actual. 

Si sos adolescente, o te vinculás con una persona adolescente, te invitamos a dejar un comentario hacia el final de esta página. Desde Alta Trama y las instituciones que organizan La Noche de las Ideas 2022 entendemos a las juventudes como actores clave en la (re)construcción de lo común. Por eso, queremos escuchar – leer tu opinión. Te dejamos algunas preguntas disparadoras: ¿Qué usos das a las redes sociales? ¿Es la virtualidad un medio interesante para hacer y participar en nuestra sociedad? ¿Existen angustias que puedas reconocer como parte del uso de las redes? ¿Qué miradas de las y los adultos te molestan y/o te alientan? ¡Gracias!

Esta nota se publicó en el marco de La Noche de las Ideas 2022:

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