Norita Cortiñas: “la marcha ya es una filosofía”

No hay resistencia popular que no la haya visto andar con su pañuelo blanco al viento. Desde que la dictadura cívico militar eclesiástica le arrebató a Gustavo, no cesó en el pedido de Memoria, Verdad y Justicia. Norita Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, habló con Alta Trama en medio de un 24 de marzo diferente, que no nos encuentra en las calles pero sí en las redes y en los balcones, porque como dice ella: “La marcha ya es una filosofía”. Además, habló sobre el acceso al agua, el feminismo y el aborto, la juventud, y la legalización de la marihuana. Nunca silente, Norita, la heroína de todas nuestras batallas.

Fotografía: Anabela Abram.

“A esta hora por lo general siempre salgo corriendo para algún lado. Alguna reunión, algún acto. Entonces ahora estar en la casa sin hacer nada me es difícil, pero bueno”, dice Norita Cortiñas mientras desayuna en su casa a las 10 am. El 19 de marzo de 2020 pasará a la historia como el día en que, por primera vez desde la vuelta de la democracia, el Estado anunció la restricción de la circulación callejera, producto de una pandemia que no para de crecer. Hace unos días pocxs argentinxs imaginaban que su rutina se vería tan abruptamente interrumpida. 

El tono de su voz no es precisamente alegre, ya que desde que usa pañuelo blanco nunca dejó de asistir a la ronda de los jueves de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. Casualmente cumple años en el día Mundial del Agua (22 de marzo), un tema que le viene preocupando mucho. Quizá de haber podido hubiera asistido a la marcha que se preparaba en la ciudad de Buenos Aires y que, al igual que la del 24, debió posponerse por la cuarentena. 

Al principio esta entrevista iba a ser audiovisual, pautamos fecha y lugar de encuentro. Con el correr de los días se hizo evidente que, de hacerse, la entrevista sería telefónica. Norita dialogó con el periodista Juan Manuel Vera para Alta Trama y aceptó una propuesta con la que tal vez pronto nos sorprenda: “¡Voy a aprender a sacarme fotos yo misma! En estos días que voy a estar sola en mi casa voy a aprovechar para aprender todas esas cositas”.

¿Cómo vivís esta situación de pandemia?

Muy preocupada porque veo que esto a la gente pobre la golpea más, los indígenas no tienen agua, no tienen comida. Ayer un grupo de indígenas contaban que toda la comida que venían repartiendo no les llega más, entonces quedan siempre pagando. Ellos toman agua del charco ¿Con qué se van a lavar si el agua del charco la necesitan para tomar? Por eso es por lo que tengo más dolor. Los pueblos originarios de Chaco, Salta, Formosa, que no tienen todas las comodidades que tenemos nosotros. Me apena que un puñado reciban lo bueno y la atención necesaria y que si nos vamos un poquito más arriba esté tan feo. Y bueno el agua en general me preocupa mucho hoy, hay un desparramo para las mineras de millones de litros de agua y para los seres humanos no hay agua.

Desde la vuelta de la democracia que se realiza la marcha por la Memoria, la Verdad y la Justicia, ¿qué pensás de este 24 de marzo diferente?

Pienso que la marcha ya es una filosofía. Aunque el 24 no se pueda por cuestiones de fuerza mayor, las consignas están, y cuando pase todo esto pondremos una fecha para encontrarnos. 

Podemos hacer otras cosas, como colgar carteles o pañuelos en las puertas de las casas y usar un pañuelo al momento de ir al supermercado. Las consignas están y la memoria anda. Esta vez no será el 24 de marzo, será el 24 de abril, el 24 de mayo o algún otro día. La marcha se va a hacer porque todos los días son nuestros para la memoria. Podemos reunirnos tres o cuatro personas a charlar y debatir en la esquina o en las casas (Nota de la Redacción: la entrevista se hizo días antes del aislamiento obligatorio establecido por el gobierno el 19/3). 

Se están haciendo cosas en todos lados, por ejemplo, mi nieto que vive en Colón, Entre Ríos, tiene preparadas flores para llevar al río. Hace poco estuve en la ex ESMA por el Día de la Mujer y había reunido un plantel de personas voluntarias que estaban haciendo carteles para el 24. Son cosas que se pueden ir haciendo, después habrá un día para hacer una gran marcha de todos los movimientos.

¿Cuáles creés que son las deudas que todavía tiene la democracia con los Derechos Humanos? ¿Cuáles son los aspectos en los que todavía queda por avanzar? 

El agua me está preocupando mucho. Por la Justicia luchamos y seguiremos luchando día por día como siempre lo hicimos. La Verdad hay que buscarla en los archivos por supuesto, esas consignas hay que seguir levantándolas. 

Yo creo que la vida humana vale más que todo y esa es una pelea que estamos dando hoy. Días atrás estuvimos reunidos con grupos originarios y todos están pasando por el mismo drama: el agua. Entonces yo que todos los días lo primero que hago es abrir la canilla, pienso en las comunidades y en las villas que sufren por esa cuestión. Qué dilema ¿no? Ahora hay que tener las manos limpias y lavarnos varias veces por día… cuando uno es chiquito lo que siempre te dice tu mamá es “andá a lavarte las manos”… y hay lugares donde la gente no tiene agua.

Tenemos que decirlo, levantar carteles, y reclamar agua para las poblaciones. De la misma forma que llevan milicos a los pueblos nativos se podría llevar lo necesario para hacer pozos; que a nosotros, los pueblos, nos den lo mismo que le dan a las mineras. No se necesita un presupuesto de la gran siete para eso. Por eso volviendo al tema de la marcha, todos los días nosotras tenemos la voluntad de seguir construyendo Memoria, y en esta ocasión va a haber que, digamos, no quiero decir la palabra obedecer porque duele. Quizás acatar o ayudar para que esto se pueda frenar lo antes posible. No hacer locuras y cuidarnos entre todos. Con ayuda colectiva vamos a poder. 

Más allá de la pandemia que está afectando al mundo entero, en América latina se está viviendo una situación particular: represión indiscriminada en Chile por parte de las fuerzas represivas; golpe de Estado en Bolivia; Brasil con un presidente de ultraderecha que reivindica la dictadura; Colombia y Ecuador también con represión a movimientos sociales. En Argentina, si bien falta mucho por hacer, da la sensación de que el pueblo se adueñó ya de las banderas de los Derechos Humanos, se vio en las marchas masivas ante el caso Maldonado y contra el indulto al 2×1 a los genocidas. ¿Qué reflexión te merece este panorama? 

Sin dudas ha habido un avance de las derechas que pareciera que quieren dominar el mundo. Pero esto también viene del norte y no me caben dudas de que hay toda una parafernalia preparada para este ataque, porque desde que está Bolsonaro en Brasil hay un reflejo de eso en América Latina y una resistencia también. Imaginate el pueblo chileno que ahora está denunciando que militarizaron el país con la excusa del virus, pero la realidad es que están en resistencia. 

Creo que la esperanza está en la resistencia y en la fuerza de los pueblos. Efectivamente hubo un avance de las derechas muy impresionante, pero vamos a seguir con la solidaridad entre los pueblos y dándonos fuerzas día por día. Creo que para enfrentar esta situación hay estar todos atentos. Decir “no” al silencio, “no” a bajar los brazos, porque gracias al silencio se sostuvieron las dictaduras en cadena del Plan Cóndor de los años ‘70. Tenemos que seguir la resistencia y demostrar que no nos vencerán. 

Además, tenemos una rica juventud acá, en Chile, en Bolivia. Hay una juventud que no baja los brazos y nos enorgullece cada día. Esto es como comenzar de nuevo, tenemos que ser países que demuestren que se puede luchar contra un enemigo como este que tenemos, Estados Unidos, que siempre tiene los ojos puestos en América Latina.

¿Cómo ves las luchas socioambientales que se están dando en la actualidad?

Puedo ver que hay cada vez más conciencia. Pero los apetitos de los países ricos son permanentes, esos países, después de las guerras y de la acumulación de riqueza, avasallan el derecho a la vida limpia de los pueblos. Los muy ricos despilfarran la basura que les sobra y van contaminando. 

Después está el tema de los agrotóxicos que es el gran veneno que todavía tenemos que combatir, pero lo vamos a hacer y vamos a vencer. Además, ya te digo de nuevo hay una juventud que se preocupa, que estudia y que muestra que tenemos que andar hacia adelante, luchando por una vida digna de vivir con salud, con educación, una vida que necesitamos todos y todas. No queremos más envenenarnos con estos agrotóxicos y estos productos que inventan en vez de crear vacunas y más antídotos para que no tengamos estás pandemias. 

No es que yo sea optimista, pero creo que hay más gente que trabaja para lo mejor, y que los que hacen mal en algún momento se terminarán, porque los vamos a combatir, no vamos a permitir que terminen con el mundo de esta manera. No nos vamos a dejar avasallar. 

¿Cómo estás viviendo las luchas feministas? 

¡También con mucho entusiasmo! Yo creo que el feminismo es el sentido de distintas bases y reclamos según cada grupo. Cada mujer se vuelca al feminismo y después tiene que moldearlo a su estilo, para hacerlo lo mejor que pueda. Sin que sea algo agresivo, es decir, que ser feminista no sea un tipo de agresión al otro, de ninguna manera. 

Creo que las chicas jóvenes van saliendo a la lucha, saliendo a la palestra, pero también van estudiando y buscando las mejores formas de luchar. Lo nuevo cuesta, construir lo nuevo es así: va de a poquito. Creo que hay que encontrar la manera de que no sea “en contra de” si no “a favor de”. No hay que tener miedo, hay que tener decisión y trabajar mucho. Yo creo que hay un camino y hay que seguir haciéndolo. 

Quisiéramos que nos cuentes cómo fue tu camino personal en relación al feminismo. 

Y creo que lo hice en las calles desde que se llevaron a Gustavo. Antes era una ama de casa puertas adentro, y después, al salir a buscar a mi hijo y encontrarme con otras madres y abuelas, fui mirando distinto.

En el encuentro con otra gente te das cuenta de que hay un camino diferente al de la ama de casa, muchas mujeres creíamos tener el deber de vivir dedicadas al marido y a los hijos, pero afuera de la casa hay otra fuerza de vida, compartiendo más y asumiendo más compromiso social día a día. Un compromiso que incluso se hace necesario. 

En este país la mujer fue invisible durante años, incluso las Madres que estábamos en Plaza de Mayo todos los jueves fuimos invisibles mucho tiempo: la policía nos golpeaba, nos perseguía, nos llevaba presas, y éramos tratadas de locas. Nos maltrataba tanto la iglesia como los militares, entonces era una doble lucha, por estar en contra de la dictadura y por ser mujeres. 

Ahora todas salimos a la calle con fuerza y compartimos muchas cosas que antes estaban ocultas, se decía “no, esto para las mujeres no”. Ya no nos separa nadie porque a las calles salimos todas y tenemos que luchar para tener doble fuerza, quiero ver a la mujer y al hombre peleando juntos. Antes se peleaba juntos, pero no se veía. En cambio ahora se ve. Los derechos tienen que ser iguales para todos y todas sin agresiones y sin pedanterías. Hay que acabar también con el odio porque es ese odio el que lleva al femicidio, y yo tengo fe en que se va a terminar.    

 ¿Creés que el aborto será ley este año?

Yo creo que sí, a pesar del impedimento que estamos atravesando estos días en que parece que el mundo se detiene. Esta es una situación muy cruel, pero transitoria, se va a terminar. Hay un estado de ánimo y de lucha inclaudicable, el pueblo argentino es de resistencia. Fijate las comunidades originarias: 500 años y siguen en la calle y en sus tierras reclamando, siguen siendo golpeadas y sin embargo nos estamos acompañando entre todos para salir de este caos.

Para ir cerrando, nos gustaría saber más sobre tu postura acerca del cannabis. Te has pronunciado a favor de la regulación.

Sí, ¡desde luego! Y ahora más que nunca vemos como necesitamos de la medicina moderna y sobre todo de la que nos proveen las plantas. Las poblaciones indígenas que fueron diezmadas y olvidadas muestran como en las vivencias de ellos es todo natural. 

La cuestión del cannabis cuesta mucho porque representa negocios para los laboratorios. La penalidad que hubo y que hay todavía no resuelve nada. Hay muchas madres que ven que las afecciones de sus hijos tienen cura con algo que es natural y mucho más económico que todos los medicamentos que se venden, asique yo creo que va a ser ley. Claro que va a ser ley también, si para eso tenemos un congreso que debe trabajar para favorecer al pueblo

¿Creés que puede salir en el corto o mediano plazo una ley al respecto?     

Creo que sí. Hay propuestas y gente trabajando. Entre todos lo vamos a lograr, tal y como pasó con el aborto que nos seguimos movilizando para que no mueran más mujeres pobres. ¿Cómo no va a salir? ¿Cómo los legisladores no van a poner los ojos en el pueblo si para eso son elegidos? Siempre que esté el empuje del pueblo los derechos van a ir saliendo.

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Entre las actividades que desbordan su agenda, Norita tenía programado viajar a Bahía Blanca para pedir por la libertad de Rosalía Reyes, una mujer que fue condenada a 8 años de prisión por no haber podido salvar a su hija recién nacida. También debió posponer ese viaje, pero mandó audios exigiendo su libertad y atendió a varios medios que querían entrevistarla. 

Antes de despedirse no se olvida de la selfie: “Vas a ver que en estos días acá cautiva voy a aprender a sacarme fotos y les voy a mandar una sonriendo para que vean que de verdad estoy alegre. Tengo la alegría de creer que con esta juventud vamos por buen camino”. 

Luego supimos que este año la marcha de la Memoria por la Verdad y la Justicia será virtual. Norita comparte la tristeza, aunque sabe que a veces lo urgente y lo importante se superponen. También sabe que las luchas se pierden solo si se abandonan. Ya lo dijo: Una vez atravesado este atípico contexto las veremos, como desde hace cuarenta años, en las calles haciendo historia.

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